En la famosa vía Paolo Sarpi, el Oriente se encuentra con el Occidente: mix de sabores, colores, carteles inentendibles y una historia de migración en el segundo chinatown más grande de Europa.
Via Paolo Sarpi, es el corazón del barrio chino de Milán, que se extiende entre Moscova y el Cementerio Monumental, muy cerca del centro. Raviolis, bubble tea, carteles en chino y una atmósfera diferente al resto de la ciudad: el Chinatown de Milán es un lugar que vale la pena conocer, por su autenticidad y variedad de propuestas gastronómicas.
En el barrio chino de Milán se puede encontrar cocina cantonesa, de Sichuan, de Shanghai o de Beijing así como pizzerías y restaurantes típicos italianos. Los locales siempre abiertos de street food y las opciones para hacer aperitivos, lo convierten en una de las mejores zonas de la ciudad para disfrutar al aire libre, sumado a la gran variedad de supermercados con productos asiáticos.
La zona se vuelve aún más interesante durante el Año Nuevo chino, en febrero, cuando se anima con eventos, espectáculos y el colorido desfile tradicional con el omnipresente dragón gigante.
La comunidad china en Milán
La historia de la comunidad china en Milán tiene ya un siglo. Alrededor de 1920 con la inmigración masiva de la región de Zhejiang, los primeros inmigrantes chinos trabajaron inicialmente en la industria de la seda.
Tras la necesidad de suministro de cinturones para el ejército fascista, los inmigrantes chinos extendieron sus servicios hacia por ejemplo la confección. Para esa época, la zona comprendida en la via Paolo Sarpi comienza a llamarse “cuartel general chino”. Los edificios del área contaban con grandes patios ideales para la creación de talleres y la vocación comercial se expande naturalmente a la venta al por mayor de prendas.
Los primeros chinos eran todos hombres, quienes formaron familia con mujeres italianas, muy a menudo costureras empleadas en los talleres textiles de la ciudad: de ellos nació la primera generación italo-china.
Entrados los años ‘30, el viaje desde China se realizaba por mar, generalmente en los vapores Conte Rosso y Conte Verde. En 1936 había 133 chinos registrados en Milán.
Sin embargo, cuando Italia entró en la Segunda Guerra Mundial, Pekín representó una potencia enemiga y unos 300 chinos (en particular, los que no estaban casados con mujeres italianas) fueron deportados al campo de concentración de la isla del Gran Sasso, en Abruzzo, y a Ferramonti de Tarsia, en Calabria. Al final de la guerra, la presencia china en Milán se vio diezmada: muchos se habían refugiado en otros países europeos o habían optado por regresar a casa.
La segunda corriente migratoria china
Con la creación de la República Popular China, en 1949-50, se inicia la segunda corriente migratoria, que se extenderá hasta fines de la década del ‘70. La inmigración se produce a partir de este momento directamente desde China, a través de la clásica cadena de ayuda de familiares y amigos ya instalados en nuestro país. A Milán comienzan a llegar las mujeres chinas.
En esta época Italia – y sobre todo el norte del país- comienza a vivir el auge económico. Las oportunidades también hacen crecer a muchos migrantes chinos, que de vendedores ambulantes y agentes de ventas pasan a ser mayoristas y productores de bolsos, cinturones y marroquinería.
En Cermenate se abre la primera fábrica con mano de obra íntegramente china, y en 1962 se inaugura el primer restaurante chino en la Piazza San Gioachimo.
Fue sin embargo a finales de los años ‘90 que llegó el boom del comercio minorista del barrio chino con la explosión de cientos de negocios. En toda la ciudad de Milán viven unas 27 mil personas llegadas de China, la mayoría de ellas en Chinatown.
Qué ver en el barrio chino de Milán y alrededores
Fabbrica del Vapore
Un espacio industrial (donde nacieron los icónicos tranvías de Milán) transformado en una incubadora de creatividad: la Fabbrica del Vapore está viva todo el año gracias a un rico programa de exposiciones y actividades culturales. Sitio Web.
ADI Design Museum
Otra antigua zona industrial transformada en uno de los mayores museos de Europa dedicados al diseño: 5.000 metros cuadrados de espacio expositivo. Sitio Web.
Cementerio Monumental
Sus monumentos funerarios llevan la firma de artistas famosos, y mientras que el despliegue de estilos arquitectónicos hacen de este cementerio, un verdadero museo a cielo abierto.
Jardines comunitarios
El jardín Lea Garofalo es un oasis de tranquilidad que convive con los rascacielos de la ciudad. El proyecto nació de la voluntad de un grupo de ciudadanos que decidieron reurbanizar un área municipal abandonada para convertirlo en lugar de encuentro, cultura, ocio, nueva sociabilidad y nuevas relaciones, terapia e integración.
Aperitivo
Tómese una copa en el bullicio de Via Cesariano, una pequeña plaza donde a los lugareños les encanta reunirse frente a una serie de bares y tabernas a la hora del famoso aperitivo de Milán (de 17 a 21 horas).
Fuentes: