Varese destaca entre las provincias de Lombardía por sus numerosas atracciones: lagos, montañas, villas y una rica oferta cultural. El centro histórico es una verdadera perla para perderse entre sus callecitas, pórticos y plazas.
PH: fralephoto
Ubicado en el norte de Italia, cerca de la frontera suiza, Varese es un destino poco conocido que cautiva a los visitantes con su belleza natural y su rica historia. Con una combinación perfecta de lagos pintorescos, majestuosas montañas y encantadores jardines, Varese ofrece una experiencia inolvidable para aquellos que buscan sumergirse en la esencia de Italia.
Varese se encuentra muy cerca del Lago homónimo y el Lago Maggiore donde es posible disfrutar de un paseo en bote, visitar las hermosas islas Borromeas o explorar los jardines botánicos de Villa Taranto. Además, el Lago Varese, más pequeño pero igualmente encantador, ofrece la oportunidad de relajarse junto a sus orillas, realizar actividades acuáticas o una excursión en bicicleta.
Otro lugar imperdible en Varese es el Sacro Monte. Este sitio religioso, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, consta de catorce capillas que representan el Vía Crucis de Jesús. Los visitantes pueden caminar por un sendero serpenteante hasta la cima de la colina, disfrutando de vistas panorámicas impresionantes mientras exploran las capillas y los jardines circundantes.
Para aquellos que buscan una experiencia al aire libre, el Parque Regional Campo dei Fiori es el lugar ideal. Con una extensa red de senderos para caminatas y ciclismo, este parque natural ofrece una gran variedad de paisajes y vistas espectaculares. Desde bosques frondosos hasta prados alpinos, el Parque Regional Campo dei Fiori brinda a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la belleza de la naturaleza y disfrutar de actividades al aire libre.
Centro histórico
Para los amantes del arte y la cultura, Varese es a todas luces una pintoresca ciudad italiana. Pasear por el centro histórico es una sorpresa constante. Se descubren iglesias, plazas, monumentos y villas en cada esquina, y poco a poco esta ciudad lombarda se abre al turista como una caja de bombones.
Corso Matteotti es indudablemente la calle principal de Varese, la arteria peatonal que da vida a toda la ciudad. También conocido simplemente como “Il Corso”, está bordeado por las emblemáticas casas “a lista”.
En el pasado, estas casas tenían una doble función, como tienda y vivienda privada. En la planta baja, bajo los soportales, se encontraban las entradas de las tiendas; en el primer y segundo piso se distribuían las viviendas, con la zona de estar en el primer piso y las habitaciones en el superior. Hoy en día, Corso Matteotti alberga numerosas tiendas y establecimientos, convirtiéndose en el corazón palpitante de Varese.
Siguiendo por Corso Matteotti, se llega a la Piazza del Podestà, donde destaca un monumento al Garibaldino en su centro. Esta plaza actúa como un enlace entre Corso Matteotti y otros puntos clave del centro de Varese. Desde aquí se puede acceder a la Basílica de San Vittore a través del Arco Mera, así como al Cortile del Broletto.
Este patio interior solía ser el lugar donde se llevaba a cabo el mercado de cereales. Al entrar al Cortile del Broletto, nos adentramos en la Varese de antaño: gracias a su elegante pórtico y la presencia de Palazzo Biumi.
Tras un largo período de decadencia, los últimos herederos de la familia Litta Biumi se extinguieron en el siglo XIX. En la actualidad, el palacio es propiedad parcial del municipio y de propietarios privados.
Ciudad jardín
Dentro del Parque de Varese, se eleva en toda su majestuosidad el Palazzo Estense, llamada la “Versalles de Milán” de estilo barroco. Una de las fachadas del palacio da hacia el centro de la ciudad, mientras que la otra se abre hacia los exuberantes jardines.
El lugar toma su inspiración del famoso parque del palacio imperial de Schönbrunn en Viena. Es una combinación de elementos románticos y franceses, con un ninféo majestuoso como su punto central, situado en lo alto de una colina. Al subir las escaleras frente a la fuente, se llega a Villa Mirabello y a la encantadora Torretta del Robbioni.
Esta imponente residencia fue el hogar de Federico III d’Este, previamente duque de Módena y Reggio Emilia, quien adquirió la propiedad y los terrenos alrededor de 1765. Siendo un hombre ambicioso, después de su primera visita a Varese decidió construir este magnífico palacio como su residencia de verano. Hoy este edificio alberga la Municipalidad de Varese y la Biblioteca Cívica de la ciudad.
Basílica de San Vittore
Varese guarda un tesoro oculto: la Iglesia de San Vittore. Construida en el siglo XVI, esta joya barroca destaca por sus magníficos frescos y su impresionante arquitectura. El interior, ricamente adornado con obras de artistas locales, brinda una experiencia visual sorprendente que no deja indiferente a nadie.
Esta iglesia, situada en una pequeña plaza apartada del centro histórico de Varese, es uno de los lugares de culto más importantes de la ciudad. Consagrada a San Vittore, también alberga un baptisterio de estilo gótico y un campanario barroco.
A lo largo del tiempo, la estructura sufrió diversas modificaciones hasta alcanzar su forma actual, con una fachada neoclásica diseñada por Leopoldo Pollack.
Durante la batalla de Varese en 1859, la iglesia fue bombardeada por el ejército austrohúngaro. En las paredes de la Basílica de San Vittore quedó incrustado un proyectil, el cual se decidió conservar y elevar como un “memorial” del Risorgimento, siendo inscrito en honor a aquellos acontecimientos históricos.
El baptisterio se encuentra detrás del campanario de la basílica de San Vittore. El edículo con la estatua de San Juan Bautista colocada en lo alto de la fachada y los frescos de los lunetos del portal principal y de la puerta del lado derecho datan del siglo XIV. Estas decoraciones pictóricas se atribuyen al Maestro de la Tumba de Fissiraga.
Historia
La historia de Varese se remonta a tiempos antiguos. Se cree que la zona estuvo habitada desde la Edad de Piedra, como lo demuestran los hallazgos arqueológicos encontrados en la región. Sin embargo, fue durante el período romano cuando Varese comenzó a adquirir importancia.
Bajo el dominio romano, Varese fue una ciudad próspera y un centro administrativo importante. La evidencia de este pasado se encuentra en los restos de antiguas villas romanas y las vías romanas que atraviesan la región. Después de la caída del Imperio Romano, Varese pasó por varias manos, incluidos los lombardos y los francos, antes de convertirse en parte del Ducado de Milán en el siglo XIV.
Durante el Renacimiento, Varese experimentó un período de crecimiento y prosperidad. La nobleza local construyó elegantes villas y castillos, muchos de los cuales aún se pueden admirar en la actualidad. Además, Varese se convirtió en un centro cultural y artístico importante, atrayendo a artistas y arquitectos prominentes de la época.
En el siglo XIX, Varese desempeñó un papel significativo en el movimiento por la independencia italiana y en la unificación del país. La región fue testigo de numerosas batallas y eventos históricos durante este período. En 1859, tuvo lugar la famosa Batalla de Varese, en la que los voluntarios italianos lucharon contra las tropas austriacas en su lucha por la independencia.
Después de la unificación italiana, Varese se convirtió en una próspera ciudad industrial. La industria textil, la metalurgia y la producción de maquinaria fueron sectores clave en su desarrollo económico. Varese también se convirtió en un destino turístico popular, gracias a sus hermosos lagos y paisajes montañosos.
En la actualidad, Varese es una ciudad moderna y dinámica que combina su rica historia con una vida contemporánea vibrante. Conserva su encanto medieval en el casco antiguo, donde se pueden encontrar calles estrechas y plazas pintorescas. Además, es conocida por su calidad de vida y su entorno natural impresionante, que atrae a visitantes de todo el mundo.
La historia de Varese es un testimonio de su evolución a lo largo de los siglos, desde sus orígenes romanos hasta convertirse en un importante centro cultural, industrial y turístico en la actualidad. Explorar la ciudad y sumergirse en su rica historia es una experiencia fascinante para cualquier visitante.