En los últimos años, el barrio de Isola ha sufrido una verdadera revolución artística y cultural, convirtiéndolo en uno de los lugares más interesantes para conocer cuando se visita Milán. Entre modernidad y tradición, muy cerquita del centro.
Una Vuelta Por El Barrio De Isola
En el pasado, Isola era una pequeña ciudadela a las afueras de los muros del Ducado de Milán, camino al lago de Como. Pero con la expansión de la ciudad y la llegada del ferrocarril (y la construcción de la Estación Garibaldi), se cerraron algunas conexiones y se “aisló” al barrio, surgiendo así su nombre: Isola (isla).
En el barrio se respira arte, desde su legado arquitectónico con el claustro de da Vinci y el Bramante, la Fonderia Napoleónica, las casas al estilo liberty, hasta el Bosco Verticale. Una gran variedad de bodegas artesanales siguen en pie desde varias generaciones y conviven con las novedosas galerías de arte moderno que populan en la zona, amalgamadas con el street art que envuelve con su atmósfera a este barrio, donde el espíritu milanés se exprime a través de la moda, el arte y el diseño.
Mercados
Si estas de paso por Milán el sábado por la mañana es el momento ideal para ir a conocer el barrio de Isola, empezando por el mercado callejero en los alrededores de Plaza Tito Minniti (a una cuadra de la estación del Metro M5 Isola).
El mercado es uno de los más famosos de la ciudad, y además de encontrar frutas y verduras frescas de estación, podrás comprar una gran variedad de productos artesanales italianos, así como encontrar bancos con ropa vintage de marcas super conocidas o instrumentos novedosos para tu cocina con demostraciones en vivo.
A la hora del almuerzo, el Mercato Comunale dell’Isola, reabierto hace poco, propone un lugar ideal para sentarse a comer en sus mesitas compartidas, sus variedades gastronómicas como pescado, carnes, pizzas y pastas.
Santa María della Fontana
Según una leyenda popular, el Santuario de Santa María alla Fontana (1507) fue una idea del propio Leonardo da Vinci y Donato Bramante, y pese a que delante de la iglesia puede leerse una lápida que dice “Amadeus fecit” (Amadeo lo hizo), el imaginario popular insiste en que el genio de las artes hizo lo suyo en este lugar. “Si Amadeo lo hizo, seguro fue bajo un proyecto de Leonardo”, sugieren.
Un punto obligado para conocer en Isola es esta Iglesia, la cual tiene una historia maravillosa. Construida sobre un santuario en esa época fuera de la ciudad, donde pasaba una fuente subterránea de agua considerada milagrosa en la Edad media, a la que se le otorgaban poderes curativos para los disturbios osteoarticulares.
En aquella época, esta zona de Milán era solo campo y los terrenos eran administrados por los mónacos benedictinos de la Iglesia de San Simpliciano. Desde su construcción, Santa Maria alla Fontana se convierte en uno de los principales centros sanitarios de Milán, junto al Ospedale Maggiore (Hospital Mayor) y el Lazzaretto. Cientos de peregrinos, sobre todo de las clases altas de esa época, se bañaban cada día en esas aguas milagrosas.
La fuente de agua sufrirá una contaminación irreversible en tiempos modernos, con la llegada de una fábrica de betún, quedando solo la iglesia como recuerdo de sus milagros.
El culto a la Virgen della Fontana se expandió por buena parte del estado de Milán y de la Italia septentrional de esa época, por lo que la construcción de la iglesia en época renacentista responde a esta gran devoción. ¿Lo más lindo de la iglesia? Los vitrales.
En la parte del claustro, una pequeña plaza permite apreciar la iglesia en tranquilidad del lado externo.
Un barrio multicultural
Isola es predominantemente joven, extranjera y artística, cosmopolita pero también underground, con opciones para todos los gustos para disfrutar tanto de día como de noche.
Si te gusta la comida étnica podrás encontrar toda clase de pequeños restaurantes y take away africanos, indios y sudamericanos. Si en cambio, preferís una buena pizza, la Pizzería alla Fontana (enfrente a la iglesia) es un lugar típicamente concurrido por los pobladores del barrio, con precios populares.
Entre sus puntos de referencia se encuentra el Blue Note bar Jazz, uno de los bares dedicados a este estilo musical más importantes de Italia, con una vasta cartelera y su propio museo de la fama.
En Vía Borsieri, la gran variedad de bares al aire libre genera una atmósfera ideal para comer o tomar algo, lo mismo que la Plaza Archinto, lugar ideal para un aperitivo sobre todo en verano.
Pero si hay que elegir un bar clásico de Isola, sin dudas es Frida, el cual es rápidamente reconocido por su colorido mural exterior. Con un patio encantador, este bar es además uno de los más famosos de la ciudad y un refugio ideal para comer y tomar algo luego de recorrer el barrio.
Bosco Verticale
Ante ustedes, el nuevo símbolo de Milán que ha proporcionado al barrio una nueva identidad, más global y más acorde con los tiempos y la necesidad de una convivencia armónica con la naturaleza.
Este proyecto urbanístico ha envuelto a todo el barrio desde su nacimiento, creando además una plaza futurística llamada Gae Aulenti, con rascacielos, un centro comercial ultra moderno y una pasarela sobre las avenidas que llevan hasta la Plaza Alvar Aalto.
La plaza Gae Aulenti, proyectada por el arquitecto argentino César Pelli, comprende las sedes de las más importantes sociedades globales y es un punto de encuentro de los jóvenes milaneses.
Junto al Bosco Verticale, se puede visitar la Casa della Memoria, que guarda en su interior la memoria colectiva de la conquista de la libertad y la democracia italiana.
Entre tanto modernismo, las casas populares de Isola se mezclan en el entramado urbano, como fieles testigos de un cambio de época pero que a la vez, recuerdan la esencia de este lugar, crecido de la mano del Boom económico de los años 50 y los obreros de la Pirelli que encontraban en este barrio, alquileres baratos para vivir.
Corso Como
Saliendo de la plaza Gae Aulenti se llega al hermoso Corso Como: una calle peatonal con tiendas y restaurantes temáticos, que representa un pequeño viaje a través de los sabores que caracterizan la cultura gastronómica y vinícola italiana.
Lo más destacado del lugar es 10 Corso Como, una especie de galería donde el arte, el diseño y la gastronomía se fusionan. En el segundo piso se puede encontrar una sala de exposiciones con muestras de acceso gratuito. Los negocios de diseño son ideal para curiosear y llevarse algún souvenir.
Cementerio Monumental
En las cercanías del barrio se encuentra el cementerio más importante de la ciudad. Construido entre 1864 y 1866, el cementerio Monumental nace con la idea de unificar los diferentes cementerios esparcidos por la ciudad. En su interior pueden visitarse tumbas mucho más antiguas, de personajes ilustres de Milán.
Entre mis preferidas, la que honra al fundador de Campari, donde se ha representado una gigantesca Última cena, donde los apóstoles en vez de comer, solo toman Campari. Como se dice por ahí, sería “El Último aperitivo”.
Datos útiles
* Mercato Comunale dell’Isola: Piazzale Lagosta 7 – www.mercatoisola.it
* Santa Maria alla Fontana: Piazza Santa Maria alla Fontana 7 – www.mariamadredellamisericordia.it/santa-maria-alla-fontana
* Blue Note bar Jazz: Via Pietro Borsieri 37 – www.bluenotemilano.com
* Casa della Memoria: Federico Confalonieri 14 – www.casadellamemoria.it
* Pizzería alla Fontana: Genova Thaon di Revel 28 – instagram.com/pizzeria.alla.fontana
* Bar Frida: Via Antonio Pollaiuolo 3- www.fridaisola.it
* 10 Corso Como: Corso Como 10 – www.10corsocomo.com