La letalidad del Coronavirus en Italia es del 9% y del 12% en Lombardía, mientras en China fue del 3,8%. ¿Por qué este fenómeno? Analizamos algunos estudios y estadísticas para entenderlo.
E l número de personas fallecidas en Italia no deja de preocupar. En las últimas 72 horas, los muertos fueron casi dos mil, y los números que se esperan para hoy no son los mejores. Pero ¿Por qué se da esto? ¿Por qué la mortalidad es mucho más alta que otros países?
Según un estudio, en Italia hay muchas más interacciones entre abuelos y nietos y esto podría inferir en la cantidad de casos de adultos mayores que contraen y mueren por el Coronavirus, pero también por la relación entre estos adultos mayores y sus hijos jóvenes. El estudio preeliminar pertenece a Jennifer Beam Dowd, epidemióloga y demógrafa de la Universidad de Oxford, quien sostiene esta visión. Según datos publicados por la autora, actualmente el riesgo de mortalidad de COVID-19 está altamente concentrado en las edades más avanzadas, particularmente en los mayores de 80 años. En China, las estimaciones de la tasa de letalidad (CFR) varían de 0.4% (40-49 años), saltando a 14.8% (80+ años).
En Italia al 13 de marzo, el CFR reportado es del 10.8% para aquellas personas de 70- 79 años, 17.5% para los de 80-89 y 21.1% para aquellos> 90, con solo seis muertes menores de 50 años. Hasta ahora, solo 3% de muertes ocurridas se dio en menores de 60 años.
“La estructura de edad de la población puede explicar la notable variación en las muertes entre países y por qué países como Italia son especialmente vulnerables. El diluvio de casos críticos y fatales de COVID-19 en Italia fue inesperado dada la salud y la riqueza de la región afectada. Italia es una de las poblaciones más antiguas en el mundo con un 23,3% de su población mayor de 65 años, en comparación con el 12% en China. Italia también es un país caracterizado por amplios contactos intergeneracionales que están respaldados por un alto grado de proximidad residencial entre hijos adultos y sus padres”, sostiene el informe. La co-residencia, explica la autora sería otro factor que influye en la gran transmisión del virus a los ancianos: “los países que tienen un alto nivel de contactos intergeneracionales y co-residencia pueden ver una transmisión más rápida a los grupos de edad de alta mortalidad como se ve en Italia”.
Según creen los especialistas, los jóvenes trabajadores italianos viven en la casa de sus padres hasta llegados los 40 años, o incluso más. Las cuestiones económicas y la dificultad de independizarse, profundizan esta situación, que muchas veces lleva a la convivencia de la familia “alargada”. Abuelos que mantienen a sus nietos mientras sus padres trabajan, adultos que cuidan a niños pequeños y padres ancianos (la llamada “generación sandwich”), personas que viajan al trabajo pero regresan por la noche a las casas donde viven la familia y, a menudo, con padres ancianos en el hogar o vecinos. Según los datos de Istat, Instituto Nacional de Estadísticas, por sus siglas en italiano, afecta a aproximadamente la mitad de la población del norte.
Se puede ver el estudio Acá.
Según datos del Istat, Italia es el segundo país en el mundo con mayor cantidad de ancianos después de Japón. Otro dato interesante dado a conocer por Protección Civil es la diferencia entre los decesos de hombres y mujeres: dos de cada tres muertos son hombres, mientras que la edad de las mujeres es más alta que la de los hombres.
Algunos médicos hipotizan con que esto se debe a que los hombres, por lo general, son más fumadores que las mujeres.
La mutación del virus
Maria Rita Gismondo, directora del Laboratorio de microbiología clínica, virología y diagnóstico de las bioemergencias del Hospital Sacco de Milán, cree que el Sars-CoV-2 puede haber cambiado. “Un pensamiento convergente”, explicó por su parte la viróloga Ilaria Capua, profesora de la Universidad de Florida, quien dijo: “En Lombardía hay algo que no entendemos. Las muertes de China fueron superadas en un área infinitamente más pequeña y en menos tiempo”. “Algo extraño está sucediendo” – advierte Gismondo hablando con AdnKronos Salute -. “En Lombardía hay una agresión que no se puede explicar. Todas las hipótesis pueden ser válidas, una es que el virus quizás ha mutado. Lanzo un llamamiento a la comunidad científica: unámonos para comprender. Si todos nos juntamos y estudiamos un fragmento, probablemente podremos entenderlo”.
Cuando un virus tiene una mutación, puede suceder que cambie su comportamiento dentro de los pacientes, por ejemplo, la infección puede extenderse a órganos que en casos anteriores no se vieron afectados. Esta condición (variación del fenotipo del virus), por el momento, no está demostrada de ninguna manera para Sars-Cov-2.
Los verdaderos números
“La de la mutación es una hipótesis que debe verificarse – comenta Fabrizio Pregliasco, virólogo de la Universidad de Milán y director médico del Instituto Ortopédico Galeazzi – el cual se encuentra muy cerca de mi casa-, aunque sabemos con certeza que las infecciones en Lombardía están ampliamente subestimadas”. El profesional se refiere así al hecho de que en Italia no se están realizado los hisopados a todos los pacientes con síntomas de haber contraído la enfermedad, sino sólo a los que llegan a los hospitales ya en estado grave. Por lo que al número oficial de contagios publicado por el Ministerio de Salud, habría que multiplicarlo por diez. De esta manera, el número de muertes y el porcentaje respecto al total de la población sería mucho más bajo que el que tenemos hoy.
En relación a las estadísticas, otra variable tiene que ver con que en Italia se cataloga como ‘muertes por coronavirus’ a todos los decesos de pacientes que tenían los síntomas aunque por sus patologías preexistentes, la muerte se deba a otras razones.
La variable de la contaminación
Una correlación entre la contaminación y la propagación del coronavirus “no ha sido demostrada”. Así lo afirmó la Región de Lombardía el sábado 21 de marzo sobre la base de las consideraciones publicadas por la Sociedad Italiana de Aerosol, que reúne a unos 150 investigadores con experiencia en partículas atmosféricas entre universidades, organismos de investigación y ARPA, la Agencia Regional por la Protección Ambiental. Dicho documento planteaba la hipótesis de que las partículas atmosféricas pueden constituir un portador para el transporte del virus, aumentando así la tasa de contagio e insta a “medidas restrictivas para contener la contaminación”.
Según los estudiosos, “la relación entre los casos de COVID-19 y PM10 sugiere una reflexión interesante sobre el hecho de que la concentración de los principales brotes se produjo en el valle del Po (la llamada llanura Padana), mientras que se produjeron menos casos de infección en otras áreas de Italia .
“El impacto del hombre en el medio ambiente está produciendo efectos en la salud en todos los niveles”, comenta Alessandro Miani, presidente de la Sociedad Italiana de Medicina Ambiental (SIMA). “Esta dura prueba a la que nos enfrentamos a nivel mundial debe ser una advertencia para un renacimiento futuro verdaderamente sostenible, por el bien de la humanidad y el planeta. A la espera de la consolidación de la evidencia a favor de la hipótesis presentada, en cualquier caso la concentración de partículas finas podría considerarse un posible indicador indirecto o “marcador” de la virulencia de la epidemia de Covid19 “.
Fluctuación de las emisiones de dióxido de nitrógeno en Europa desde el 1 de enero hasta el 11 de marzo de 2020, utilizando un promedio móvil de 10 días y datos de @copernicus_eu Sentinel-5P