El 2020 sería el año de festejar a Rafael Sanzio. Un recorrido por la vida de este artista del Renacimiento y sus obras en Milán.
Por Agostina Coirini
El 6 de abril de 1520 muere en Roma, Raffaello Sanzio da Urbino. Llamado príncipe de las artes, Raffaello fue uno de los artistas más importantes de su época, y su inesperada muerte dejó consternados a los hombres de su tiempo: tenía 37 años y le acababan de encargar el trabajo más importante de su vida.
El 2020 era el año de los festejos de los 500 años de la muerte de Rafael, y el gobierno italiano había preparado una de las muestras más importantes de los últimos tiempos. La gran exposición en la Scuderie del Quirinale (una de las residencias presidenciales romanas) contemplaba traer de una gran cantidad de museos del mundo, obras pertenecientes al gran maestro renacentista. La emergencia Covid complicó un poco las cosas por lo que las plataformas y los contenidos multimedia debieron aggiornarse para poder llevar adelante los festejos.
Un artista del renacimiento
Hay quienes dicen que con la muerte de Rafael, murió también el Renacimiento, ya que su trabajo pictórico acompañó el período más prolifero de ese estilo artístico que vino a terminar con la Edad Media para darle lugar a la naciente Modernidad. Nacido en Urbino, en el centro de Italia, Rafael llevó consigo una extraña coincidencia: murió el mismo día en el que nació, un Viernes Santo, un 6 de abril. Murió en Roma, luego de varios días de fiebre, y sin que nadie se lo esperara. Muchos pensaron en su momento que la fiebre se debía a una sífilis producto de sus “excesos amorosos”.
Rafael fue un niño prodigio hijo a su vez de un artista. Su padre, Giovanni de’ Santi es el pintor del Duque de Urbino y dueño de uno de los atelier más fructíferos de la ciudad trabajando además para la aristocracia local. Desde pequeño mostró sus dotes y habilidades y su cercanía con la corte lo hizo diestro en las relaciones sociales. A muy corta edad perdió a su madre, y fue enviado como aprendiz a la bottega de Pietro Peruggino, quien sería su gran maestro.
La primera obra que le es atribuida es el fresco Madonna di Casa Santi realizada en Casa Santi, casa natal de Rafael (actualmente casa-museo abierta al público), cuando Rafael tenía apenas quince años.
Peruggino, Donato Bramante y Piero della Francesca, sería los grandes referentes de Rafael, quien a su vez se convertiría en uno de los creadores del Manierismo, un estilo artístico que marcó el inicio del clasicismo e influenció artistas como Rubens, Velásquez y Caravaggio. Su realismo y delicadeza para retratar las figuras humanas, el dominio de la perspectiva y la composición, lo posicionaron rápidamente como una de las figuras artísticas más sobresalientes de su época.
Sus etapas
Después de Perugia, Rafael se instaló un tiempo en Florencia para luego hacer un salto a Roma, donde viviría hasta su temprana muerte. En cada lugar en el que vivió, encontró fuertes influencias haciendo que su trabajo fueron posteriormente clasificado según el destino donde fue creado. Es en su paso por Florencia, que Rafael toma contacto tanto con Leonardo Da Vinci como con Miguel Ángel Buonarroti, y esas relaciones -sobre todo con Leonardo– serán decisivas para su evolución como artista.
Rafael se queda fascinado por la habilidad de Leonardo para componer las figuras armónicamente según esquemas geométricos; de Miguel Ángel adopta la práctica del claroscuro plástico, la dinamicidad de las figuras y la riqueza cromática. En este período pinta numerosos retratos influidos por el estilo de Leonardo, como la Mujer encinta (hoy en la Galería Palatina de Florencia), el Retrato de Agnolo Doni y el Retrato de Maddalena Strozzi (ambos en la Galería degli Uffizi), la Dama del unicornio (Galería Borghese, Roma) y la Muda (Galería Nacional de las Marcas, Urbino).
En 1508 se trasladará a Roma, para trabajar en un pedido del Papa Julio II, Giuliano della Rovere, el Papa guerrero, quien le encomendó la decoración de sus departamentos privados. Rafael decora con temas inspirados en la teología, la filosofía, la poesía y la jurisprudencia, todos los aposentos (con la Estancia de Heliodoro, la Estancia del Incendio del Borgo,y la Estancia de Constantino). En el interior de las estancias se conservan algunas obras maestras inestimables como la Escuela de Atenas, el Parnaso, la Liberación de San Pedro y la Disputa del Sacramento.
Contaba con tan sólo 25 años. Al parecer, cuando el Papa vio el trabajo de Rafael quedó fascinado y despidió al resto de los artistas . En ese año, en Roma Donato Bramante trabajaba en la Basílica de San Pedro y Miguel Ángel en la Capilla Sixtina. El esplendor de los artistas renacentistas alcanzaba su época de oro con la llegada de Rafael a las Estancias Vaticanas.
Rafael es contratado por el adinerado banquero Agostino Chigi: en Villa Farnesina (hoy sede de la Academia Nacional de los Linces) pinta varios frescos, como el Triunfo de Galatea y la Loggia di Psiche, y diseña las Caballerizas (hoy destruidas), además del fresco de las Sibilas y ángeles en la Iglesia de Santa María de la Paz, y de la Capilla Chigi en Santa María del Popolo, de la que Rafael se encarga también del aspecto arquitectónico.
Pero el 6 de abril de 1520, el mismo día de su cumpleaños, Sanzio murió después de quince días de fiebre. La verdadera causa de la enfermedad, sin embargo, sigue siendo un misterio y a la versión de la muerte por sífilis, se le suma otra, la del envenenamiento. Esa hipótesis cobra fuerza en 1722, cuando el cuerpo de Rafael fue exhumado y se evidencia un estado perfecto de conservación, pese a que ya habían pasado dos siglos.
Cuando Rafael murió, estaba trabajando en una obra: “La Transfiguración” y los testimonios que llegan de aquel momento hablan de la fuerza que representaba tener en el mismo cuarto, al cuerpo inerte del artista y el luminoso cuadro. La pintura, que habla de fama y poder, tiene una conexión metafórica con la versión del envenenamiento, una práctica muy desarrollada en la Roma del Siglo XV, y en particular, la relación conflictiva que el artista tenía con su colega Sebastiano del Piombo, con quien trabajaba en un pedido del nuevo Papa Giuliano de Médici.
Los festejos virtuales
Mientras la pandemia hace navegar al sector turístico en el mar de la incertidumbre, los museos italianos lanzan iniciativas más sostenibles y seguras, que apuntan a generar visitantes más participativos, más allá de las tradicionales muestras presenciales. La búsqueda de modalidades de fruición más lentas y contemplativas dentro de los museos por fuera del turismo de masas, ha comenzado a nacer de la mano de los recorridos virtuales, nunca tan concisos y gratuitos como en este 2020. Así, en el año del homenaje a Rafael, podemos disfrutar algunas de sus obras símbolo, en la calma de nuestro hogar. ¿Cuáles son las obras imperdibles de Rafael?
Para empezar, el canal de YouTube de la Scuderie del Quirinale, preparó muchísimo material sobre la muestra por los 500 años de su muerte.
La Stanza della Segnatura (hoy llamada Estancia de Rafael) es uno de los ambientes de los Museos Vaticanos. Entre todas las cosas que pintó, sobresale La escuela de Atenas, una de sus obras maestras. El fresco de gran dimensión retrata a los filósofos y pensadores más relevantes de la época clásica, con Platón y Aristóteles en el centro de la escena y en el punto de fuga. Da Vinci, Buonarroti y Bramante son retratados como algunos de los filósofos.
Las cuatro salas que conforman la Stanza della Segnatura pueden recorrerse en una visita virtual de 360° en el sitio web de los Museos Vaticanos.
La Basílica Santa María del Popolo es otro lugar ideal para conocer la obra de Rafael. Construida sobre la sepultura de Nerón, el pintor creó la extraordinaria Capilla Chigi. Hasta que se pueda volver a viajar con tranquilidad a la ciudad eterna, podemos asomarnos a esta iglesia de manera virtual. Las refacciones de la Basílica en materia arquitectónica fueron realizadas por Donato Bramante, el gran arquitecto del Renacimiento que era oriundo de Fermignano, un pueblo minúsculo cerca del Urbino de Rafael. La web de la iglesia nos permite recorrer la bella capilla así como la nave principal, a través de fotografías.
En la Pinacoteca de Brera en Milán, el famoso cuadro Los desposorios de la Virgen, es un verdadero deleite de la matemática y la perspectiva aplicados al arte. Para incentivar las visitas al museo, este año la Pinacoteca más importante de Milán – considerado como la hermana menor del Louvre de París- abrió sus puertas de manera gratuita hasta fin de año, con reserva previa a través de su web. Además, para el año que viene, el museo planea convertirse en un “club”, con tarjetas de socios que por el precio del billete, permita ingresar a las muestras y los contenidos virtuales de manera ilimitada. Revolución post- Covid. Además, en su web la Pinacoteca propone una aproximación virtual a la ópera y un recorrido por el proceso de restauración del mítico cuadro.
Un lugar que no podía quedar afuera es la Galería Uffizi, en Florencia. Con una sala dedicada a Rafael, este museo resguarda 11 pinturas del gran maestro, en su mayoría retratos, una de las técnicas que mejor se le daban al pintor. Desde hace unos años, Raffaello tiene su propia sala en la galería junto a Andrea del Sarto. Se puede encontrar aquí, su autorretrato, la imagen que nos dejó de él mismo, eternamente joven.
En su Urbino natal, se puede visitar la casa de Rafael, Casa Santi, que ofrece un recorrido virtual por el lugar donde nació y creció el joven artista. En una de las habitaciones, se puede ver el freso de la Madonna con il Bambino, realizado por el propio Rafael.
Más allá de Italia
Quizás una de las iniciativas más nombradas del año fue la propuesta de Musement, una plataforma on line de recorridos, museos, eventos y visitas guiadas por el mundo, que celebra el 500 aniversario de la partida de Rafael, con una muestra virtual e interactiva. Se pueden visitar 11 países, 30 ciudades y más de 100 obras del artista, descubriendo algunas características de la obra. Partiendo desde Italia, se pueden ver los frescos de la Stanza della Segnatura, o cuadros como la Dama del cuerno o el autorretrato de Rafael. Un clic es suficiente para llegar al Museo del Louvre en París, donde San Miguel derrota a Satanás para pasar a Londres, donde entre la National Gallery y el Victoria and Albert Museum, se guardan 15 obras de gran profundidad cultural. Al atractivo de las instituciones museísticas europeas más importantes se suman el Prado de Madrid, el Kunsthistorisches Museum de Viena, el Museo de Bellas Artes de Budapest, la Galería Nacional de Escocia en Edimburgo y algunos importantes centros culturales de Alemania como la Gemäldegalerie. y el Museo Bode en Berlín y la Alte Pinakothek en Múnich.
Otra muestra interesante para ver es la exposición Magister Raffaello, la cual se presenta al público internacional como una historia vivencial sin precedentes, un viaje concebido en 6 espacios contemporáneos, a través de obras clave en las que el visitante podrá conocer el mundo de Rafael a través del uso de la inteligencia artificial. El tour mundial termina en abril del 2021 y tiene pensado hacer presentaciones en Europa, Asia y América. Por ahora, las únicas fechas confirmadas son las de Vietnam y Austria. Storytelling aumentado, implementado por herramientas tecnológicas multimedias presentadas en 8K y juego de rayos láser, son algunos de los recursos utilizados. La muestra está pensada también para ser visitada con niños y en su sitio web () se pueden descargar gratis dibujos de Rafael para colorear.
Más allá de pinturas y cuadros, en el sitio web del Victoria and Albert Museum de Londres se pueden ver un conjunto de 7 valiosos dibujos que Rafael creó, a escala, para la realización de tapices. Son considerados uno de los mayores tesoros del Renacimiento. Fueron encargados en 1515 por el Papa León X para la Capilla Sixtina del Vaticano y representan la vida de los apóstoles San Pedro y San Pablo, Padres de la Iglesia cristiana. Los dibujos han sido cedidos al V&A por la Reina en 1865.