Una investigadora italiana sostiene que la verdadera identidad de la mujer representada por Leonardo da Vinci, sería Bianca Giovanna Sforza, la hija ilegítima del duque de Milán de aquella época.

La pregunta sobre quién fue la mujer retratada en el famoso óleo sobre tabla, “La Gioconda”, exhibido en el Louvre, ha despertado innumerables hipótesis a lo largo de la historia. Según un nuevo estudio, sería Bianca Giovanna Sforza, la hija que Ludovico il Moro habría tenido con su amante Bernardina de Corradis.

Esta es la hipótesis de Carla Glori, reportada por el diario Corriere della Sera. Según la investigadora independiente de crítica de arte y literatura, a la derecha  del hombro de la Mona Lisa estaría representado el puente medieval Gobbo di Bobbio, símbolo de la localidad situada en Emilia Romagna, en la provincia de Piacenza, lugar donde habría ido a vivir Bianca luego de su matrimonio.

Hija ilegítima -posteriormente legitimada- de Ludovico il Moro, Bianca Giovanna Sforza, nació en 1482 y falleció en 1496, pocos meses después de su matrimonio con Galeazzo Sanseverino. Según Glori, el cuadro de Leonardo debería haber sido el retrato de boda de la joven, pero su muerte repentina y la caída del ducado de Milán en manos francesas, retrasaron su entrega.

El detalle aportado por la investigadora y que potencia su teoría sobre la identidad de la joven, es que la visión del espectador que presenta el cuadro puede ser perfectamente replicado asomándose a una de las ventanas del castillo del Verme, desde donde se fue el puente. Para la investigadora, ese lugar está ligado a las biografías de Bianca Sforza y ​​su marido Galeazzo Sanseverino, mecenas de Leonardo durante su primera estancia en Milán. 

Castello del Verme. PH: Wikipedia.

El puente Gobbo di Bobbio

Pero, ¿cómo identificó la investigadora el puente Gobbo di Bobbio? “El hallazgo se basa en elementos históricos y arquitectónicos y dibujos técnicos para su alargamiento. En ese momento el puente tenía cinco arcos irregulares y características estructurales muy similares al puente pintado por Leonardo“, dijo la estudiosa. 

La identificación del puente Gobbo suscitó disputas y mucho escepticismo, porque nadie había conectado previamente a Leonardo con Val Trebbia, un territorio estratégico para la historia de los Sforza y ​​por las conexiones que poco a poco fueron surgiendo con Leonardo en su primera estancia en Milán.

Glori relata que “ese lugar, hasta ahora relegado al margen de la historia Sforza, está ligado a la biografía de Bianca, la hija mayor de Moro, y a la de su marido Galeazzo Sanseverino. Ambos tenían como dote las posesiones expropiadas por el Moro al Dal Verme.

En las decisiones del Moro había pesado el deseo de complacer a su favorito Sanseverino y al mismo tiempo hacer realidad la ambición de expandir sus dominios feudales. La idea era unificar su dominio sobre todo el territorio asegurando el control del eje comercial hacia el mar.

Bianca y Leonardo 

El estudio de Glori incluye la hipótesis de que en el cuadro Bianca aparece envejecida y transfigurada deliberadamente para ocultar su identidad, ya que su padre derrotado había sido prohibido tras la invasión francesa a Milán.

El retrato de “cierto señor de Lombardía” (con corrección “milanés” en rojo) está documentado por Antonio de Beatis durante su visita al castillo de Blois, al día siguiente de su encuentro con Leonardo en Amboise en 1517, lo que suma otro indicio de que se trataría de que la princesa de Milán sería la famosa “Mona Lisa”.

Además de esta pintura, otra obra de Leonardo podría estar asociada a la joven descendiente Sforza: la “Bella princesa”, una pintura realizada sobre pergamino fechada en 1495 y atribuida a da Vinci. 

“La bella princesa”, pintura posiblemente realizada por Leonardo da Vinci.

La pintura muestra el perfil de una niña muy joven vestida con una Gamurra (vestimenta femenina usada en Europa entre el Tardomedievo y el Renacimiento), con mangas rojizas, con una sobreveste verde con elaborados adornos encima, según lo que era la moda milanesa de la época. 

El cabello rubio de la niña está peinado con el típico coazzone, es decir, la trenza catalana que había sido introducida en Milán quizás ya en 1489 por Isabel de Aragón, pero que no se puso de moda antes de la llegada a la corte en 1491 de Beatrice d ‘ Este, quien, acostumbrada a vestir de esta manera desde la infancia, lo contagió a todas las nobles milanesas. 

El peinado se completa con un gorro igualmente dorado sostenido en la frente por un simple hilo de pescar. También podemos notar la ausencia de joyas, propias de la corta edad de la noble.

Sin embargo, la posición de perfil del retrato se adapta más al estilo pictórico de Ambrogio de Predis que al de Leonardo da Vinci, y que la obra en sí es considerada por algunos otros críticos como una falsificación moderna.

Leonardo da Vinci conoció de niña a la hija mayor del moro y frecuentaba la casa de su marido Galeazzo, su patrón y amigo. Si bien no se conocen retratos oficiales de Bianca Sforza que permitan hacer comparaciones, hoy sigue siendo un enigma el verdadero rostro de la hija mayor del Moro, quien permaneció en la sombra del anonimato durante quinientos años.

 

Fuentes:
  • Bianca Giovanna Sforza, Wikipedia
  • «La Gioconda è milanese: è Bianca Sforza, la figlia di Ludovico il Moro. E Leonardo la invecchiò», Corriere della Sera